-¿Jessica?- la llamo,
ella soltó un suspiro de resignación y volteo a mirar al joven ojos grises que corría
hacia ella.
-¿Qué pasa Evan?-
-¿Puedo acompañarte a casa?- pregunto Evan con algo de
timidez, Jessica lo miro con desgana pero no podía rechazar su compañía.
Evan tímido, muy concentrado en sus estudios, y no
socializaba salvo con sus dos mejores amigos y Jessica, su amiga de infancia,
su confidente, la persona que más le importaba en este mundo. Jessica por otro
lado era atlética, con iniciativa, y bastante sociable. Aunque se conocían desde
siempre y Jessica sentía mucho aprecio por su amigo, solía evitarlo en los
corredores de la escuela tratando de cuidar lo que pensaran los demás, su relación
había comenzado a deteriorarse desde el momento en que ambos habían entrado a
la secundara.
Al rato de unas cuadras con paso lento Evan se detuvo a
mitad del parque que debían atravesar para llegar a su vecindario, y comenzó a
mirar a su alrededor pensativo.
-¿pada algo?- pregunto la chica al notar que el joven ya no
iba a su lado, Evan la miro a través de sus gafas con sus suaves y a la vez intensos
ojos, Jessica era tan hermosa como siempre, ojos café, y rizos de cabello
dorado que caían en capas hasta el final de su espalda.
-¿saldrías conmigo?- pregunto Evan sin más, Jessica sonrió incrédula
y trémula dijo
-Pero si siempre salgo contigo…-
-Lo supuse…- suspiro él, no era cierto-.. Entonces, es mejor
que no nos veamos mas.- Jessica había
hecho nuevas amigas con las que podía hablar, y tenía un novio con quien salir ¿Por
qué alguien tan linda como ella dejaría todo eso para regresar con él? Se cuestiono
Evan esa noche.
Cansado de tener tantas tonterías en la cabeza decidió hacer
lo de siempre y dar una vuelta por el parque, el invierno llegaría pronto y la
noche estaba helada, luego de darle unas
cuantas vueltas al parque, alzo la vista, y la vio como un espejismo parada
junto al farol que la iluminaba con frialdad, envuelta en su abrigo azul marino
estaba parada Jessica, observando como una figura se alejaba en medio de la
noche. Luego de un segundo ella volteo a mirarlo, y le dirigió una sonrisa
apagada ¿con quién estaba Jessica a estas horas? ¿Acaso su novio la había
abandonado ahí en ese lugar? Se pregunto Evan al verla soltar una lágrima.
Pero para sus sorpresa Jessica comenzó a acercarse a el, y
entre mas se acercaba su sonrisa iba creciendo hasta de su boca salió su nombre
-¡Evan! ¡Evan!- Y sin previo aviso se lanzo en sus brazos. El la miro
confundido si hasta hacia pocas horas hacia lo que fuera para apartarse de el.
Jessica por su parte en el momento que Evan decidió que debían tomar distancia,
fue como si una parte de ella se alejara, ¿acaso ella sentía algo más por Evan?
Se pregunto toda la tarde, hasta que se dio cuenta sin más que todas las
personas en su frívola vida, no eran los que realmente la hacían feliz.
En ese momento, cuando ambos cerraban el trato con un dulce
beso, su primer beso, un copo de nieve cayó entre los dos, dándole inicio a su primera
nevada juntos.
Autora: Luna
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